lunes, 20 de mayo de 2013

Baby shower… cada vez más conocido en España

           Un baby shower es una fiesta en la que los padres reciben obsequios para su hijo por nacer, por lo general, objetos que necesitará el niño una vez que haya nacido.  
Es una tradición popular en Estados Unidos y otros países de América Latina. En Argentina se le llama “fiesta de pañales”, en Costa Rica “té de canastilla”, pero su nombre más conocido es precisamente baby shower, tal y como se le conoce en países como Venezuela, Chile, Ecuador, Guatemala, Colombia, Honduras, Panamá, República Dominicana, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y otros.
Según la tradición, su organización corre a cargo de la futura mamá, o de una amiga de ésta, y asisten sólo mujeres. Es una oportunidad ideal para que las amigas y mujeres más allegadas de la futura mamá compartan con ella la emoción que produce la llegada de su bebé.
Durante la fiesta, los invitados agasajan a la embarazada, mientras ésta (y/o la organizadora) ofrece dulces y bebidas (sin alcohol), durante la realización de diferentes juegos que hacen las delicias de la velada. El objetivo principal es que la futura mamá pase un rato divertido y agradable con sus más allegadas, pero también, que éstas se contagien de esa diversión y la compartan con la embarazada.
En algunos países, esta fiesta se celebra tras el nacimiento del bebé, pero todo obedecerá, por supuesto, a la cultura y tradiciones de la futura mamá. La evolución de esta fiesta, y su llegada a España y algunos países europeos gracias a los movimientos migratorios, también ha introducido otros cambios como que no sólo concurran mujeres, sino amigos y familiares sin distinción de sexo.

Elementos principales de un baby shower que se precie
            El elemento principal es la alegría: la de la madre ante la llegada de su bebé, y la de sus amigas por compartir con ella este momento tan especial. A partir de allí, podemos dejar volar nuestra imaginación.
            El lugar para su celebración puede ser la casa de la futura mamá, una sala de fiestas, un restaurante, un despacho en la oficina o simplemente un espacio público o privado que permita dicho agasajo.
            Es indispensable decorar el lugar elegido con motivos de bebé: globos, guirnaldas, adornos, piñatas… La mesa también debe ser un elemento indispensable en la decoración: manteles, platos, vasos, servilletas, tartas, galletas, etc.
La organizadora deberá hacer, previamente, una lista con los juegos que se vayan a realizar. Podrá haber animación, música y demás elementos que aporten alegría y diversión.
Una vez acabada la fiesta, es tradición entregar a cada invitada un “recuerdito” de la velada, tan sencillo y especial como la futura madre desee.

Los regalos ideales
En las celebraciones más tradicionales, las mamás reciben una “lluvia” de regalos, desde ropita hasta cunas, pero realmente los regalos dependerán de las necesidades de la familia.
Si la futura mamá o la organizadora no dicen nada al respecto, los regalos podrán ser a gusto del invitado, y variarán desde la clásica ropita hasta modernos juguetes, pasando por libros, álbumes para fotos, biberones y un sin fin de objetos que seguramente necesitará el bebé o incluso la madre, una vez se haya producido el alumbramiento.  
Sin embargo, algunas futuras mamás u organizadoras prefieren hacer una “lista” de lo que falta o necesita, para que los regalitos sean lo más acertados posible. Hay algunas ideas para ello, como hacer una “hucha”, una “fiesta de pañales” o un baby shower “literario”, como ejemplos de festejos temáticos.
La “hucha” es muy útil cuando la futura mamá necesita objetos algo más costosos, como la cuna, el carrito, la sillita del coche, etc. Consiste en que cada invitado aporte una cantidad determinada de dinero, que luego servirá para sumar el total del coste del o los productos que necesita la futura mamá.
La “fiesta de pañales” consiste en regalar tantos pañales como sea posible, a fin de cubrir las necesidades de los primeros meses del bebé y ahorrarle este gasto a los padres, ya que al fin y al cabo, es algo que todo niño va a necesitar. Es un regalo práctico, útil y fácil, para invitados y papás. Si se opta por esta opción, la organizadora puede dividir a los invitados “en grupos” y a cada grupo asignarle una talla de pañales, para que los futuros padres reciban una cantidad generosa de cada talla.
Por su parte, el baby shower “literario”, es una opción cuando la futura mamá lo tiene todo para la llegada de su bebé. En este caso, los regalos pueden ser libros y/o CD que ayuden a construir la biblioteca infantil. Pueden ser libros con consejos para la lactancia o la crianza del niño, libros para el bebé (los hay de tela o de imágenes con colores vivos y sonidos), CD de música para recién nacidos o canciones infantiles, incluso películas para niños, etc.
Como hemos dicho antes, los regalos podrán ser tan variopintos como las necesidades de la futura mamá, a quien incluso podrá apetecerle que sólo sean para ella: manicura, pedicura, una cena en un bonito restaurante, antojos, masajes… al fin y al cabo, a las embarazadas hay que consentirlas y… ¡¡¡se les permite todo!!!

domingo, 28 de octubre de 2012

La piñata ¿de cintas o de palo?

La piñata (del italiano ‘pignatta’-olla frágil) es un recipiente, por lo general de cartón o papel, que se cuelga de una cuerda, en cuyo interior hay dulces y otros premios que caen una vez que se ha roto. Su origen es un tanto polémico, pero no más que su forma de romper, que en la actualidad representa para muchos un auténtico dilema. Por un lado está la “corriente del palo”, cuyos detractores tildan de violenta y brusca, mientras que por otro lado está la “corriente de las cintas”, cuyos detractores tildan de sosa y aburrida.

Algunos historiadores estiman que proviene de la cultura azteca y maya, quienes hacían vasijas y esculturas de arcilla huecas con la forma de sus dioses, que luego rellenaban de frutos o semillas y rompían en festividades religiosas como símbolo de la abundancia esparcida por los dioses. Distintas voces sitúan su origen en el Lejano Oriente, cuyos habitantes introducían semillas en una olla de barro y la usaban en ceremonias religiosas. Marco Polo habría trasladado la tradición a Europa, donde se reemplazaron las semillas por frutos secos y regalos.

Otros historiadores creen que fueron los conquistadores españoles quienes llevaron la tradición a México, como herramienta de evangelización por parte de los misioneros que atraían a los indios a sus ceremonias utilizando piñatas. Más adelante, en 1586, los frailes agustinos recibieron la autorización del Papa Sixtus V para celebrar "misas de aguinaldo" los días previos a la Navidad, en las que introdujeron la piñata. La original tenía forma de una estrella con siete picos, que representaban los siete pecados capitales, mientras que las golosinas del interior representaban las riquezas del reino de los cielos.

Actualmente, es tradición y casi elemento obligatorio en cualquier celebración, en países como Venezuela, Ecuador, El Salvador, Perú, Colombia y otros de América Latina. Son de cartón, generalmente muy elaboradas, decoradas con vivos colores y animados personajes, rellenas de dulces, chocolates, pequeños juguetes y otras sorpresas, que hacen las delicias de los invitados a la fiesta. Se cuelga en un lugar alto, donde los participantes se sitúan debajo en forma de círculo para recoger los premios cuando caigan, y la van golpeando por turnos, con un palo, hasta que se rompe y deja caer el contenido. La mayoría de estos países pertenecen a la “corriente del palo”.
En Europa también son tradicionales, pero a menor escala y vistosidad. En España, consta de una bolsa de papel decorada con imágenes divertidas, rellena de chuches y cintas de colores pegadas a la base que, cuando se tiran, dejan caer el contenido. La inmensa mayoría pertenece a la “corriente de las cintas”.
Como otrora hicieran exploradores, conquistadores y misioneros, hoy, quienes emigran de un continente a otro también están trasladando usos y tradiciones, entre ellos, el uso la piñata. En el presente, es posible ver cómo en América se suman cada vez más a la “corriente de las cintas”, mientras que en España se adhieren cada día a la “corriente del palo”. Como todo, va en gustos, pero lo importante es que la piñata ha sido y seguirá siendo un elemento importante en cualquier celebración. Y en Fiestas de Capricho, hacemos piñatas personalizadas y a la medida del cliente.