domingo, 28 de octubre de 2012

La piñata ¿de cintas o de palo?

La piñata (del italiano ‘pignatta’-olla frágil) es un recipiente, por lo general de cartón o papel, que se cuelga de una cuerda, en cuyo interior hay dulces y otros premios que caen una vez que se ha roto. Su origen es un tanto polémico, pero no más que su forma de romper, que en la actualidad representa para muchos un auténtico dilema. Por un lado está la “corriente del palo”, cuyos detractores tildan de violenta y brusca, mientras que por otro lado está la “corriente de las cintas”, cuyos detractores tildan de sosa y aburrida.

Algunos historiadores estiman que proviene de la cultura azteca y maya, quienes hacían vasijas y esculturas de arcilla huecas con la forma de sus dioses, que luego rellenaban de frutos o semillas y rompían en festividades religiosas como símbolo de la abundancia esparcida por los dioses. Distintas voces sitúan su origen en el Lejano Oriente, cuyos habitantes introducían semillas en una olla de barro y la usaban en ceremonias religiosas. Marco Polo habría trasladado la tradición a Europa, donde se reemplazaron las semillas por frutos secos y regalos.

Otros historiadores creen que fueron los conquistadores españoles quienes llevaron la tradición a México, como herramienta de evangelización por parte de los misioneros que atraían a los indios a sus ceremonias utilizando piñatas. Más adelante, en 1586, los frailes agustinos recibieron la autorización del Papa Sixtus V para celebrar "misas de aguinaldo" los días previos a la Navidad, en las que introdujeron la piñata. La original tenía forma de una estrella con siete picos, que representaban los siete pecados capitales, mientras que las golosinas del interior representaban las riquezas del reino de los cielos.

Actualmente, es tradición y casi elemento obligatorio en cualquier celebración, en países como Venezuela, Ecuador, El Salvador, Perú, Colombia y otros de América Latina. Son de cartón, generalmente muy elaboradas, decoradas con vivos colores y animados personajes, rellenas de dulces, chocolates, pequeños juguetes y otras sorpresas, que hacen las delicias de los invitados a la fiesta. Se cuelga en un lugar alto, donde los participantes se sitúan debajo en forma de círculo para recoger los premios cuando caigan, y la van golpeando por turnos, con un palo, hasta que se rompe y deja caer el contenido. La mayoría de estos países pertenecen a la “corriente del palo”.
En Europa también son tradicionales, pero a menor escala y vistosidad. En España, consta de una bolsa de papel decorada con imágenes divertidas, rellena de chuches y cintas de colores pegadas a la base que, cuando se tiran, dejan caer el contenido. La inmensa mayoría pertenece a la “corriente de las cintas”.
Como otrora hicieran exploradores, conquistadores y misioneros, hoy, quienes emigran de un continente a otro también están trasladando usos y tradiciones, entre ellos, el uso la piñata. En el presente, es posible ver cómo en América se suman cada vez más a la “corriente de las cintas”, mientras que en España se adhieren cada día a la “corriente del palo”. Como todo, va en gustos, pero lo importante es que la piñata ha sido y seguirá siendo un elemento importante en cualquier celebración. Y en Fiestas de Capricho, hacemos piñatas personalizadas y a la medida del cliente.

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