Popular en todos los países latinoamericanos, la tarta tres leches enamora cada vez más a los paladares españoles, incluso a los más exigentes. Pero, ¿cuál es el origen de este exquisito postre?
Muchos países se disputan su creación: México, Nicaragua, República Dominicana, Cuba, Guatemala, Costa Rica, Venezuela… aunque ninguno aporta pruebas de ser el verdadero creador de esta receta.
El reputado chef mexicano Roberto Santibáñez cree que la receta original podría provenir de alguna publicación destinada a promocionar productos alimenticios distribuidos en América Latina, tal vez por un fabricante de leche evaporada en lata o de una batidora eléctrica. En cualquier caso, recuerda a este postre como uno de los más deliciosos de su niñez, preparado por su abuela, en el estado de Tabasco.
Tomando esta hipótesis como cierta, es probable que haya nacido en México, Nicaragua, República Dominicana, Cuba, Guatemala, Costa Rica, Venezuela… pero “a la vez”, viendo cumplido así el objetivo del fabricante que publicó la receta para promocionar su producto.
Se desconoce si dicho fabricante fue la empresa Nestlé, lo que sí se conoce es que ésta afirma haber ayudado a la evolución y expansión de la receta, durante la Segunda Guerra Mundial.
Otra teoría cifra su origen en Europa, ya que la receta es muy parecida al pastel de ron británico y al tiramisú italiano, en cuanto éstas y la tarta tres leches, son postres de bizcocho empapados en líquido.
Al parecer, alrededor de 1997, una empresa americana dedicada a la fabricación de alimentos, comenzó a vender un premezclado de productos lácteos llamado “Riquezas Tres”, que era un baño de leches para postres. Dos años más tarde, en 1999, Patricia Sharpe, de la revista Texas Monthy, publicó un artículo sobre la comida Tex-Mex en el que mencionaba la tarta tres leches, asegurando que ésta se hizo popular en América Latina en la generación anterior, siendo normal en las celebraciones.
Entre 2003 y 2004, la compañía de helados Häagen-Dazs, dio a conocer en algunas de sus tiendas, un helado con sabor a tres leches, que además contenía trozos empapados en ron y un dulce de crema, pero la promoción la realizó por tiempo limitado. Aunque sin duda, también contribuyó a su popularización.
De este disputado origen es normal que haya, entonces, variaciones en la receta, acabados, sabores y texturas. Por ejemplo, en algunas islas del Caribe, se sustituye una de las leches por crema de coco. Otras recetas son más atrevidas y le añaden ron u otros alcoholes. Ciertas cocinas utilizan cerezas en el decorado y algunos restaurantes de Texas y Florida añaden un tipo de leche más, creando así un “cuatro leches”.
En Estados Unidos capta cada vez más paladares, siendo incluida progresivamente en las cartas de postres de afamados restaurantes. Uno de los países que más recientemente han sucumbido al delicioso postre es Albania, conocido como “tre LECE”, al que le añaden una capa de caramelo en la parte superior.
En cualquiera de los casos (y de las recetas), la tarta tres leches es tan deliciosa, que sencillamente no importa de dónde venga, sino lo bien que luce en nuestra mesa a la hora de querer ganarnos los paladares de los exigentes invitados a nuestra celebración.
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